martes, 15 de octubre de 2013

Nutrientes con Hierro

El hierro y la alimentación
El hierro es un elemento esencial para los seres vivos. En soluciones acuosas se encuentra en dos estados de oxidación (catión) estables: el óxido ferroso (Fe2+) y el óxido férrico (Fe3+). Esta propiedad le permite participar en gran parte de la bioquímica del organismo. En el cuerpo el hierro se encuentra en dos formas: una funcional y otra de depósito.

Como el organismo solo expulsa una pequeña proporción de este metal, la necesidad diaria de incorporación de hierro por la alimentación es muy baja. Solo una pequeña proporción, aproximadamente el 10%, del total del hierro ingerido se absorbe. Aunque el hierro puede ser absorbido en todo el intestino, esto se realiza más eficientemente en el duodeno.

Este micromineral u oligoelemento, interviene en la formación de la hemoglobina y de los glóbulos rojos, como así también en la actividad enzimática del organismo.
Las reservas de este mineral se encuentran en el hígado, el bazo y la médula ósea.
Se clasifica en hierro hémico y no hémico:
  • El hémico es de origen animal y se absorbe en un 20 a 30%. Su fuente son las carnes (especialmente las rojas).
  • El no hémico, proviene del reino vegetal, es absorbido entre un 3% y un 8% y se encuentra en las legumbres, hortalizas de hojas verdes, salvado de trigo, los frutos secos, las vísceras y la yema de huevo.

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