martes, 29 de octubre de 2013

síntomas debido a las deficiencias y exceso (toxicidad) de dichos elementos


DEFICIENCIA DE HIERRO

Si la anemia por deficiencia de hierro es leve, es muy probable que no se presente ningún síntoma. Sin embargo, al principio pueden ser leves y aparecen lentamente, pero pueden comenzar a abarcar síntomas como:
  • Sentirse malhumorado
  • Estados de agotamiento
  • Dolores de cabeza
  • Estados depresivos
  • Trastornos de sueño
  • Problemas de concentración
Asimismo, a medida que la anemia empeora, los síntomas comienzan a incrementar abarcando:
  • Uñas quebradizas                                                                     
  • Tensiones cervicales
  • Labilidad psíquica
  • Mareos al ponerse de pie                  
  • Cefaleas
  • Alopecia
Los síntomas de las afecciones que causan la anemia ferropénica abarcan:

  • Heces oscuras, alquitranadas o con sangre.
  • Sangrado menstrual abundante (mujeres).
  • Dolor en la parte superior del abdomen (por las úlceras).
  • Pérdida de peso (en personas con cáncer).

EXCESO DE HIERRO

El exceso de hierro en el cuerpo humano es conocido como hemocromatosis. Existen dos tipos:
  • La hemocromatosis primaria, que es un trastorno genético que se transmite de padres a hijos y es congénito. Las personas con esta afección absorben demasiado hierro a través del tubo digestivo. El hierro se acumula en el cuerpo, especialmente en el hígado. Uno es más propenso a contraer esta enfermedad si alguien en la familia la tiene o la padeció.
  • La hemocromatosis secundaria, se debe a otros trastornos relacionados con la sangre (como talasemia o ciertas anemias) o a muchas transfusiones de sangre. A veces, ocurre en personas que tienen antecedentes de alcoholismo prolongado y otros problemas de salud.
Ésta enfermedad, al igual que la deficiencia del mismo nutriente, no presenta síntomas si se trata de algo leve. No obstante, con el paso del tiempo, la enfermedad podría verse reflejada debido a los siguientes síntomas:

  • Dolor abdominal
  • Fatiga crónica
  • Depresión
  • Nivel elevado de azúcar en la sangre
  • Impotencia o menopausia temprana
  • Latidos del corazón irregulares o problemas cardíacos
  • Pérdida de peso
  • Cambio de color en la piel (ictericia, color rojizo o gris olivo)
  • Dolor en las articulaciones/artritis
  • Falta de energía
  • Pérdida del vello corporal                   
  • Pérdida del apetito sexual
  • Debilidad

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